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¿Para quién estamos diseñando?
Toda interfaz tiene un objetivo: vender, informar, atender. Uno de los primeros pasos de diseño es transformar ese objetivo a la perspectiva del usuario: comprar, saber, resolver.
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¿Cómo y dónde utilizarán nuestra interfaz?
Determinar el contexto de uso es clave para entender las posibilidades y limitaciones que tendrá el usuario a la hora de enfrentarse con la interfaz.
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Arquitectura de la Información
Cómo organizamos las funcionalidades y la información es la base sobre la que se sustenta la capacidad de usar y encontrar.
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El modelo mental
Parte de nuestro trabajo como diseñadores es construir un modelo con el que el usuario pueda representar la interfaz en su mente.